Antes de dormir, un poema del pastor y teólogo luterano brasileño Roberto Zwetsch
Palabras, para Manoel de Barros.
Un canto brotó
Del hueco de la piedra
Nadie lo escuchó.
Solo el cantor,
Atento a las sutilezas del sonido,
Percibió el cambio
En el aire, la ligereza tenue
De la nota emitida
Que vino de ahí.
Un silbo,
Un viento cualquiera
Sin fuerza o armadura.
He ahí el misterio de Dios
Envuelto en sombras y vacíos.
Templos y catedrales
Desde una eternidad de tiempo
Y trabajo fueron levantados a Ti
¿Quién lo pidió?
«Misericordia quiero
No sacrificio,
Y conocimiento de Dios
Más que holocaustos».
Pastor de aguas
Vientos y sonidos
Eres Tú, mi Dios incomprensible.
Nada tengo que darte,
Solo estas palabras inconexas,
Sin luz y sin brillo.
Te pido que lo aceptes
Como un homenaje
De alabanza y gratitud.
Versiones de L. Cervantes Ortiz, tomado de El Salmo Fugitivo.
