Por fin avanza el fin del anatocismo, es decir, el fin del cobro de intereses sobre los intereses.
La Escritura condena el cobro de intereses o usura, en Chile, no solo se cobra intereses, como en casi todo Occidente, sino que se cobran intereses sobre los intereses.
¿Por qué sin embargo los autodenominados defensores de los valores cristianos nunca hablan de esto? ¿por qué no predican catástrofes por este pecado? ¿por qué no rechazan a los políticos que defienden en el anatocismo y los enfrentan? ¿por qué no les baja el temor de Dios?
Porque siempre lo hemos dicho, la agenda valórica es selectiva y del ombligo para abajo, en lo que refiere a la conciencia ajena, pero no rascan nunca donde pica: en el poder y el abuso.
Por fin avanza algo tan fundamental, algo mínimamente cristiano y bíblico, algo decente: rechazar el anatocismo.